Milongas, huellas, chacareras, además de boleros y canciones ya clásicas de la música del continente serán parte de la “Noche Argentina”, concierto a cargo del Dúo Benitez-Calanni, quienes se presentarán con entrada liberada el próximo miércoles 17 de abril, a las 19:00 horas en el Aula Magna de la Universidad Católica de Temuco (calle Manuel Montt # 056).
La presentación estará a cargo de Cecilia Benítez y Bruno Calanni, voz y guitarra respectivamente. Oriundos de General Roca, son destacados músicos sudamericanos que ofrecerán un repertorio íntimo, recorriendo a través de las cuerdas paisajes y personajes del folklore sureño y patagónico. Ambos son docentes universitarios en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes, con experiencia en diferentes agrupaciones de la zona.
A días del concierto, la cantante Cecilia Benítez se reunió a relatar la propuesta que los tendrá en el Aula Magna UCT en pocos días, tal como conversan los argentinos del sur, pausados, deteniéndose en cada pregunta. Temuco será la primera gira internacional del dúo, donde Benítez ya estuvo en el primer encuentro trasandino de músicos.
-¿Hace cuántos años cantan en dúo?
Hace ya cinco años que venimos trabajando juntos y pensando en proyectos. Hace dos años empezamos a armar un repertorio. Nosotros trabajamos en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes o Universidad de Música Popular, nuestro repertorio es bastante amplio. Hacemos folclore. En este caso, cuando vayamos a la Universidad Católica de Temuco nos vamos a centrar mucho más en el repertorio que tenemos de folclore, en una propuesta que tenemos, sobre todo con una mirada desde el sur de la Argentina.
-¿Cuál será el relato del concierto?
Vamos a buscar contar nuestro paisaje, los personajes que pueden aparecer aquí. Reflexionar acerca de cuestiones que tienen que ver con la vida en todas sus formas, en como la música también es una herramienta para poder pensar y hacernos preguntas, reflexionar sobre temas que tienen que ver con la vida cotidiana y con cuestiones un poco más profundas. Bueno, un poco de todo.
-Ustedes vienen de un territorio que no es muy distinto al que van a ver acá en Temuco. General Roca es conocida también como «La tierra de las manzanas». Es un lugar muy verde, con extensiones que se pierden en el horizonte, con sus pequeños pueblos entre Neuquén y Roca. Todo eso inspira.
Sí, hay una huella que queremos compartirles al público. Escribí una letra que habla de la añoranza a este lugar, a este valle tan hermoso. Cuando nos toca irnos a estudiar a otro lugar. Me dio esa añoranza de este paisaje tan tan verde, el río, un montón de afectos que se quedan acá. Y bueno, por suerte la vida me ha vuelto a traer a este lugar tan hermoso. De ahí surgió por otras huellas que hice la letra y la música, un amigo, Nito Ibáñez, que también vamos a compartirles.
-¿Cuál es la esencia de la música argentina que ustedes van a presentar? Entendiendo que es un país tan grande y diverso. Lo que ocurre en el sur de Argentina no es lo mismo que ocurre en Capital o Gualeguaychú. Aún así se comparten ciertas reminiscencias.
Yo creo que uno canta el paisaje y va cantando también la forma de andar de la gente que habita el lugar. Nosotros venimos del sur, una gente que habla tranquila y que tiene por ahí muchas conversaciones muy pausadas, donde el tiempo a veces se estira y uno sigue charlando, total puede dedicarle tiempo a esa persona, puede abrirse a ciertos diálogos, a ciertas líneas de pensamiento que por ahí estando en grandes ciudades, uno anda corriendo tanto que se puede perder esa cosa, ¿no?
Nosotros, ya te digo, pensamos en darles ese vistazo desde nuestro lugar. Vamos a hacer ritmos que tienen que ver con la NorPatagonia argentina. Vamos a hacer algunas milongas, huellas, este folclore para escuchar, para detenerse en cada una de las letras y para detenerse en las en las armonías, que para nosotros es tan placentero mostrarles. Realmente tenemos un repertorio de folclore para escuchar, si se quiere, en contrapartida del folclore de Santiago del Estero, del Norte, que incita más al baile. Nosotros pensamos que somos bien sureños. Así que apelamos a la escucha profunda, a la escucha amable.
-¿Qué belleza entrega la simpleza del canto con voz y guitarra?
En esta oportunidad, vamos a tener un amigo bajista que nos va a acompañar en varios temas. También pensamos en eso, el bajo le aporta a este proyecto otra línea de profundidad. Vamos a invitar a Nicolás Coliseo, músico de la ciudad de General Roca, que va a viajar con nosotros y va a compartir estos arreglos que hicimos desde una mirada del jazz, en donde las melodías de los diferentes instrumentos e incluso la voz se van entrelazando y van como jugando rítmica y armónicamente.
-¿En qué ciudades han cantado como dúo?
Giramos por Viedma, la capital de la provincia de Río Negro a principios del 2023, junto a otras presentaciones. Temuco es nuestra primera gira internacional. Estuve cantando en Temuco en el primer encuentro trasandino de músicos compartiendo con el querido maestro Carlos Lloró y mi querida amiga Gloria Araneda, grandes músicos a los que queremos y respetamos mucho. Tenemos muchas ganas de compartir en ese escenario que me dijeron que es precioso en ese lugar tan especial.
-La milonga, de la huella, las chacareras ¿qué comparten musicalmente, y a su vez, cuáles son sus diferencias?
El paisaje es lo que nos da a nosotros la música, básicamente. Y La Pampa es tan vasta, tiene extensiones tan grandes que la gente acá, no sé si será cosa del sureño, camina más lento, camina deteniéndose, hablando más profundo si se quiere. La gente de campo tiene una forma de hablar tan profunda con cada reflexión. La milonga trata de eso, del tranco en que uno va transitando esta árida Patagonia.
Tengo un amigo, compositor de una de las milongas que vamos a tocar, quien dice que cada milonga tiene un tranco diferente, como una forma de caminar. La verdad que tratan de cuestiones que nos gusta reflexionar, el diálogo entre la guitarra y el canto. Tenemos también en nuestro repertorio unos temas de Raúl Carnota, compositor que ya nos dejó hace un par de años, que también tiene letras muy profundas. Vamos a hacer también temas de Carlos Aguirre, compositor contemporáneo que tienen unas melodías y unas armonías hermosas.
-¿Cuál es su canción favorita para interpretar juntos?
Me encantan todas las canciones. Son elegidas especialmente. Las canciones originales son especiales para nosotros. Una huella que escribí, y la música de Monito Ibáñez, músico de Viedma. También «Donata Suárez», una chacarera que relata el paso de una mujer y como va caminando y el paisaje, el río, las flores de la jarilla, todo se va deteniendo al verla pasar. Es una música de Juan Falú y la letra es del Tata Herrera, que ha vivido aquí en Neuquén en sus últimos años. Yo te diría que me encanta a mí personalmente, porque es de un amigo entrañable, «Canto de barro y madera», que habla de esa ligadura tan hermosa entre la guitarra, el canto y la forma de ser. Él era un gancho con todas las letras, entonces relata su relación con el paisaje, una milonga muy bella.
-Junto al concierto realizarán un conversatorio la mañana del 17 de abril, ¿de qué se tratará?
Contar nuestra experiencia en relación a cómo hemos elegido esta vida y cómo tuvimos la vocación artística, cómo empezamos transitar este camino de la música qué cuestiones u obstáculos nos hemos encontrado. Diferentes cuestiones que tienen que ver con cuando uno encuentra el camino y se resuelve a hacerle caso a uno mismo. Creo que tiene que ver con un abrir un poco el juego, no solamente a la gente que hace música, que hace arte, sino a los estudiantes de la universidad, a toda la gente que quiere acercarse y charlar un poco sobre la vocación, sobre lo que cada uno ha transitado. Estoy muy agradecida a la vida porque estudié en un montón de lugares y ahora doy clases en la Universidad de Música Popular, eso es realmente muy importante para mí.
-Antes de despedirnos, ¿cuáles son tus expectativas de esta visita a Temuco?
Estamos muy contentos porque tengo una relación con Chile muy hermosa. Realmente, no he ido muchas veces, pero cada vez que he ido me han recibido excelentemente bien y tengo una admiración por el pueblo chileno que es difícil de expresar. Vamos a reencontrarnos con amigos que he hecho la última vez que fuimos a cantar con mi padre. Estoy muy contenta de la invitación de la Universidad Católica, la verdad. Es un placer para nosotros. Poder estar ahí con nuestro cancionero argentino y americano. Esperemos que haya mucha gente para compartirla.